martes, 14 de marzo de 2017

RUMBO AL SOL NACIENTE, NARITA, JAPON

En esta ocasión nos desplazaremos un "poquito" lejos, con destino a Japón, concretamente a Narita, una ciudad localizada en la Prefectura de Chiba, al este de la isla principal de Honshu, (principal isla del archipiélago japonés), en la bahía de Tokio, región de Kanto. Situada en la montañosa península de Boso y beneficiada por la corriente de Kuroshio o "corriente negra", razón por la que Chiba goza de un agradable clima, relativamente cálido en invierno y fresco en verano.

En el  "mundillo" de mi maleta, siempre parto con la frase, -yo elijo las historias que están por suceder-, y a partir de entonces, comienza la aventura de cualquier viaje.
He aprendido que nunca será como lo tienes planificado, y eso es lo que aporta el valor añadido, el toque personal y la experiencia única e intransferible que vives y "cuesta" trasladar, contar a tus amigos o lectores que quizá escojan como destino, en este caso, un país tan "especial" como lo es Japón.
Desconozco si este mismo sentimiento es compartido por personas de otros países o regiones, pero como cubana, y desde el momento en el que puse un pie en este país, sentí algo diferente, muy diferente...  Es un lugar, donde la  cultura milenaria persiste y cuyas tradiciones no solo perduran hasta el día de hoy, sino que se consideran patrimonio cultural protegido. El arte, tiene en la cultura japonesa un gran sentido introspectivo y de interrelación entre el hombre y la naturaleza, igualmente en los objetos que le envuelven, desde el más ornado y enfático hasta el más simple y cotidiano. Esto se pone de manifiesto en el valor otorgado a la imperfección, al carácter efímero de las cosas, al sentido emocional que establece con su entorno.
Y es que los japoneses tienen un elevado grado de vinculación con su obra, sintiendo los materiales como parte esencial de su vida y de su comunicación con el ambiente que les rodea.

He tenido el privilegio viajar, conocer muchas ciudades, aeropuertos, estaciones de trenes, metro y autobuses, hoteles, restaurantes, etc., pero cada uno de estos "rincones" o lugares en Japón, son adictivamente contrastantes y peculiares. Esos pequeños detalles que notas en la cultura, la gente, los paisajes, los templos, te cautivan de tal manera que quieres conocer más y más.
El japonés es muy "suyo". Educado, marcado por su cultura, sus reverencias constantes, su comunicación a través de los gestos, su timidez extrema y sus efusivas y amables bienvenidas en locales y restaurantes, son carta de presentación que los hace únicos.
No te será extraño ver a una señora vistiendo un tradicional Kimono y a pocos pasos más adelante verás un grupo de Otakus, (palabra para definir a un grupo de personas con obsesiones con algún tipo de anime, videojuego u otra cosa, al punto que se visten de tal, en términos coloquiales: nerds o geeks). Este contraste de la tradición y la modernidad más extrema, hace de las calles de Japón lugares muy entretenidos, con tan sólo sentarte, y observar durante horas a las personas pasar. 

                 

Con tanto rodeos, lógicamente ya me había ido por los cerros de Úbeda...Y es que son tantas cosas por contar!!!
Como dato curioso quiero apuntar que el término prefrectura ha sido usado para denominar un órgano de gobierno o área territorial desde los tiempos del emperador romano Constantino I, quien dividió el imperio en cuatro prefecturas, cada una dividida en diócesis.
Japón en la actualidad consta de 47 prefecturas, en principio existieron cerca de trescientas. Con el tiempo, se fusionaron hasta las actuales, algunas de las cuales son Hokkaido, Miyagi, Fukishima, Saitama, Chiba, Shizouka, Nagano y Tokio.
En Chiba está el principal Aeropuerto Internacional de Narita, que actúa en Tokio y es el más grande de Japón.
Otro dato curioso, es que la mayoría de los visitantes "pisan" Japón en Narita, pero son pocos los que conocen la ciudad, que goza de gran popularidad entre los japoneses. Cada año, alrededor de 13 millones de fieles acuden al gran templo Naritasan Shinshoji, y a la celebración de importantes festivales como el estruendoso
 Gion o "festival de los tambores" 


o el espectáculo indescriptible de los cerezos en flor,


que atraen a un público muy numeroso.

El recorrido por las calles de Narita es entretenido y sobre todo curioso, los puestos con infinidad de "bichejos" como saltamontes, cigarras fritas, gusanos de seda, larvas cocidas y galletas de arroz con la avispa sphex,  así como otras especies envasadas al vacío y acompañadas con salsas de color naranja u otros aderezos, que miramos con algo de "repeluz", pero  a su vez entendiendo que  insectos, arácnidos, y en general los artrópodos, son una rica fuente de proteínas y que en muchas partes del mundo son consumidos normalmente.


Por otra parte, la repostería japonesa posee un toque exótico, sus dulces de gran colorido, su presentación y empaquetado con la delicadeza  de unas manos, que sin perder el más mínimo detalle hacen de ello un auténtico placer...dependientas con arte y estilo, vestidas con sus kimonos tradicionales, hacen que te quedes pegado al escaparate como una lapa, espectáculo que  forma parte de un recurso para captar al goloso cliente.

En los restaurantes por costumbre encontrarás en la puerta una nativa, que con ademanes y gestos muy ceremoniales, innatos de su cultura te dará la bienvenida, sin dudas con su kimono e invitándote a pasar con agrado, para degustar su variada gastronomía.

Ver a la entrada un pequeño estanque de anguilas apelotonadas sin poder moverse, a la espera de ser atrapadas por el artista, que aún vivas, en caliente, con habilidad y destreza las prepara y hace del espectáculo todo un ritual,(como el más afamado cirujano). Mezclado con el sonido desagradable de soplar las sopas ardiendo, y "rechupetear"  los fideos, evitando quemarse la punta de la lengua... Es lo cotidiano, la mayoría de los japoneses pueden comer y beber comidas  muy calientes sin problemas, doy fe de ello...
Y las anguilas son una especialidad, un manjar.. a la parrilla están buenísimas!!!. Las recomiendo con una cerveza bien fría.


Las tiendas de amuletos y de venta de bichos "raros" expuestas en grandes frascos de cristal, curiosas y llamativas para el viajero ávido de impregnarse con una cultura tan diferente, no pasan desapercibidas. Todo en su conjunto, hacen de Narita una ciudad  muy acogedora y apacible, un lugar auténtico. Sus construcciones tradicionales y calles muy limpias, invitan a perderse. Y si tienes la suerte de pillar una época donde se festeja alguna tradición vivirás una experiencia increíble.!!!.Siendo un pueblo pequeño todo está muy cerca para recorrerlo y disfrutando, en un ambiente de paz y armonía.

 Alquilamos un apartamento bastante cerca de la calle Omotesando, nuestra estancia allí, (por motivos de trabajo)
sería larga, y teníamos que garantizar  comodidad y la mejor comunicación posible.
Nuestro único vehículo previsto sería la bicicleta para movernos por la zona y conocerla a fondo, callejeando y descubriendo cada rincón, recomendado por los amigos que nos entregaron el testigo de una nueva aventura.

Omotesando es una calle emblemática, y dinámica, turística y peculiar.


Una zona peatonal con gran cantidad de negocios, puestos de comida y restaurantes. Su cercanía al aeropuerto y la excelente comunicación de trenes la convierte en visita indispensable para el viajero curioso, donde la tradición y la modernidad convergen.
Tras un  recorrido muy agradable, terminamos en  Naritasan, templo budista de la secta shingon dedicado al "dios del fuego". Serás partícipe de todo un espectáculo envuelto en el misticismo y devoción por su pueblo y sus costumbres.
Si tienes la suerte de participar en la ceremonia, eres un privilegiado!, puedes dar tu bolsa al monje y este la pasa por el fuego purificador, entre cantos, tambores e incienso. Debes entrar descalzo al templo y permanecer arrodillado como exige la tradición durante toda la ceremonia.
Para los visitantes es una expresión de la cultura japonesa y de la historia, que cuenta con más de 1000 años.

Desde mi experiencia recomiendo el templo principal, así como el de Inari (conocida como Oinari) y hace referencia a la deidad japonesa de la fertilidad, el arroz, la agricultura.
Los "zorros", la industria  y el éxito en general, suelen representarse como una deidad masculina, femenina o andrógina. Es popular tanto en la religión sintoísta como la budista. Los zorros de Inari, o kitsune, son de un blanco puro y actúan como sus mensajeros. 
El inari es conocido por ayudar a tener éxito en los negocios.

El complejo  Naritasan, es muy interesante y lleva su tiempo conocerlo, sus templos son espectaculares, un paseo por la historia que te transporta a otra época, hermosos y sobrios, con diferentes salas y una hermosa pagoda de tres niveles, en la puerta principal,"La Gran Pagoda de la paz".


Situado en el entorno de un parque maravilloso, que ofrece un sinfín de opciones; rodeado de espléndidos jardines con una vegetación muy variada, lagos o estanques llenos de carpas y aves a los que los visitantes echan de comer. Colinas y árboles milenarios para disfrutar de largos paseos tanto en verano como en invierno, porque cada estación es única. Además de esculturas y el museo de caligrafía  que muestra uno de los principales artes japoneses. Los objetos allí expuestos van, desde el período Edo hasta nuestros días.

 He recorrido varios templos en Japón y este es uno de mis preferidos, con hermosos jardines, pagodas y lagos. No es muy visitado por grandes grupos de turistas o escolares, y es una gran ventaja; sufrirás para acceder a cualquier templo del país colas interminables. Razón por la que si pasan más de medio día en algún hotel de Narita antes de salir de Japón, la visita a este templo es recomendada, no lo dudes!!!.
Naritasan Shinshoji como los muchos de su estilo, nos dan la bienvenida con nubes de incienso, olores y "espíritus" convocados por rituales y oraciones de sus monjes, nos trasladan a otra época..y como cómplice fiel, la madre naturaleza japonesa se viste de diferentes colores en las distintas estaciones: el rosa de los cerezos en primavera, el verde brillante de los arrozales y los bambús en verano, el rojo de los arces y el amarillo de los ginkgos en otoño y el blanco de la nieve en invierno. La mejor forma de conquistar a los visitantes que viajen de nuevo a Japón, disfrutando los magníficos paisajes siempre renovados.

Y para terminar os quiero decir que estos cambios de color y de ambiente, no se limitan a los espacios naturales, sino que toda la sociedad japonesa se va adaptando a las estaciones como la vida misma...Japón, es imprescindible!!!

Y aquí no termina la historia...nos queda  mucha tela  que cortar...!!!

Durante nuestro recorrido  en Good Aventura, volveremos a Japón, sin dudas  el imperio del sol naciente esconde multitud de secretos; su cultura, simplemente es apasionante y abrumadora.


lunes, 6 de marzo de 2017

MI PARCELA EN ÁFRICA

Buenas tardes, por aquí estoy... intentando recomponer el puzzle de ideas que se "amontonan" en mi mente; "situarlas" para darles  sentido y coherencia,  con el objetivo de haceros llegar de forma amena, retales de experiencias sobre lo que conozco de África.  Un gran continente,  tan cerca y aún así tan lejano, y que de una forma u otra ha formado parte de mi vida.

Os iré contando aventuras vividas durante el recorrido de nuestra página Good Aventura, pero antes quiero que sepáis algunas "cosillas" interesantes de la unión entre África y mi tierra, Cuba ...

Es un hecho sobradamente reconocido la influencia de lo "africano" en la cultura cubana: el arte, la música, la danza, la literatura, los instrumentos musicales...y la "religión". Las ideas sobre la vida o la muerte y sus formas de expresarlas, "entre lo místico y lo espiritual", arraigado en lo cotidiano de mi gente, en su constante devenir por las calles intentando "resolver" algún que otro problema, llámese algo para "jamar" o un "yerbero" para curarse en salud de los malos ojos o malas "sombras".
Tanto para los africanos, como para los cubanos árboles y plantas son seres dotados de alma, inteligencia y  voluntad, como todo aquello que nace, crece y vive bajo el sol, como obra de la madre naturaleza, y poderosas herramientas  en la religión Yoruba,(conocida popularmente como "Santería").

Como bien dijera nuestro poeta nacional Nicolás Guillén, "aquí está todo mezclado" y eso levanta pasiones, porque en Cuba, "el que no tiene de congo, tiene de carabalí".
Según nuestra historia los negros congos eran más feos y "bembones", pero más fuertes y muy corpulentos, de pura "pasa" y del norte de África. Sin embargo los carabalíes, provenientes del Sur eran más finos y de gran belleza, esbeltos y de andares elegantes. Ambos pertenecientes a tribus africanas traídos por los españoles a la isla para ejercer trabajos duros como las faenas agrícolas, o para el servicio doméstico,  y disponibles para el disfrute de los señores capataces.
De ahí esa frase predominante en la "Perla del Caribe",  y que causa grandes "revuelos"...!!!  y es que, "todos en Cuba tienen algo de negro en su familia". Factor que debería considerarse como un acontecimiento enriquecedor y un hecho innegable, si hablamos de que recibimos etnias muy variadas como los hutus, bakongo, tongas, zulúes, kikuyus, hereros, etc, etc... Esta hermosa isla es un "ajiaco" de culturas, una mezcla de razas, así que nadie escapa como "pura sangre". 
El "negro" aparece por algún lado, ¡no intentes esconderlo!, porque te preguntarán, ¿y tu abuela dónde está?...y se formó el líooo...!!!. En fin que, todos tenemos un "pasado oscuro" y del que nadie quiere saber, por tanto, lo mejor es "hacerse el sueco"...jajajaja.



El ser blanco o negro, o sus respectivas mezclas ha derivado en mulatos, jabaos y combinados "explosivos" entre los que me cuesta encajar por tener la piel blanca y el pelo muy rizado y fuerte como un resorte de alambre...lo bueno de ello es que heredé una "parcelita" en África.

Perdonad, con toda esta amalgama de ADN se me va el santo al cielo...!!! y en realidad lo que pretendo deciros es que me siento cómoda con esa parte negra u "oscura" que me toca, porque África es única, es la esencia de la extravagancia más absoluta, la fiesta de los sentidos que aguarda... y quizá  uno de los lugares de la Tierra en donde la naturaleza parece poseer todavía mayor fuerza que el hombre. Tal vez por ello, me atrapó la figura del "chichirucú", ese güije fascinante de la mitología cubana...

Los seres humanos viajamos, en buena parte, con la imaginación y el sueño...y el continente africano, (más allá de las tragedias que lo convierten en noticia), despliega una espectacular gama de belleza; los sonidos, los colores, los olores, los sabores, todos son voces que nos hablan y nos transmiten una experiencia milenaria que evoca la historia entre el continente africano y la isla caribeña, su riqueza y diversidad cultural.

jueves, 2 de marzo de 2017

LA AVENTURA DE MI MALETA

Hola, hoy comienzo este blog con el objetivo de llegar a personas que como a mí, les fascina viajar.
Partiendo de que a título personal, un buen día decidí dejar atrás una vida llena de recuerdos y comenzar otra, por equipaje, solo una maleta llena de sueños. Apostando siempre por la sabia reflexión que solía repetir mi abuelo materno una y otra vez, y que desde bien joven me marcó profundamente: algo así como - "muchas veces, la solución es viajar"-.... Decidí entonces que esa sería mi "carrera universitaria".

Considerando que todos viajamos por muchos motivos, pero siempre tenemos un denominador común:-la satisfacción de necesidades de cambio-, y con esa convicción me puse en ruta.
Teniendo en cuenta que mi aventurero antecesor y ejemplo a seguir era un jovenzuelo curioso y atrevido decidido a "cruzar el charco" para conquistar "Las Américas", dejando atrás sus hermosas tierras de Castilla y León, y de las que se sentía muy orgulloso cuando contaba sus historias.
Si es que, "de casta le viene al galgo",¡eureka! lo llevo en los genes...y se repite la historia!!!
"Libre" como el viento para coger el testigo y retomar el vuelo, como un pájaro que sale a toda prisa cuando le abren las puertas de su jaula y agita sus alas con fuerzas para perder de vista aquello que lo aprisionaba y que solo le permitía ver un "reducido" mundo a su alrededor, o simplemente "ver" la vida desde la perspectiva de un "burka".
He aquí otra razón que me empujaba a ser diferente, el "zunzuncito"o colibrí que cada día revoloteaba incesantemente en nuestro jardín de La Habana, una clara señal de que mi papel era conseguir llegar con rapidez y habilidad a todas las personas interesadas en la magia de viajar.


Ese pajarillo o "elfo de las abejas" alcanza una velocidad de vértigo en sus alas, toma el néctar de las flores en plena suspensión valiéndose de su fino y alargado pico,y mientras que toma su alimento y disfruta en su tarea, interviene de una forma extraordinaria en la reproducción de las plantas en su ciclo natural. Esa simbiosis me sirvió como mensaje para interactuar de una manera u otra con personas.Comprendí que debía ejercer la misma labor con todo aquel que se una a la aventura de viajar, de entender que a "pocos pasos" existe otro mundo que aún siendo cercano, es diferente, y ser capaz de transmitir sensaciones, desde mi experiencia de forma amena y cercana, garantizando que la vuestra sea única e irrepetible.
Sin más pérdida de tiempo, y una vez contadas algunas cosillas para romper el hielo...
Os invito a elegir la aventura de vuestras maletas...Bienvenidos!!!.